Abrirse paso a la vida de adulto tiene muchas consecuencias, entre ellas, comenzar a pagar la factura de la luz una vez se adquiere una vivienda nueva, ya sea alquilada o comprada directamente. Sin embargo, la realidad es que gran cantidad de personas no saben cómo leer dicha factura de la luz, lo cual les puede dar más de un problema grave. Por este motivo es necesario tener una serie de conocimientos mínimos para poder comprender qué es lo que pide el recibo de la luz y poder pagar todas las facturas sin ningún tipo de problema con la compañía. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha informado de que hasta un total del 11% de sus clientes no comprende bien estos recibos energéticos, por lo que ha dado algunos consejos para facilitarles la vida a los usuarios.
La factura de la luz está formada por un coste fijo que se paga por disponer simplemente de electricidad en el domicilio, y que se paga por cada kW de potencia contratada; y por el coste de electricidad consumida, que es, como su nombre indica, el precio que se paga por la cantidad de energía que se está utilizando en una vivienda. Estos dos costes van a ir cambiando en función de la tarifa que cada cliente tenga contratada con su compañía, además de que se deben añadir también los impuestos, el contador y otros servicios que amplían el dinero a pagar a fin de mes. Aparte de esto, el hecho de pertenecer al mercado libre o regulado supondrá también una diferencia, pues en el primero todas las compañías siguen la misma estructura, mientras que en el segundo los usuarios tienen más libertades en este sentido.
Para saber si se pertenece a un mercado o a otro, será necesario conocer el nombre de la compañía contratada, así como el periodo de consumo, o la referencia del contrato de suministro. Es importante que los clientes se identifiquen, además de pagar una tarifa de acceso que se determinará según la potencia que se haya contratado. La mayoría de los domicilios tienen un total de 3,3 y 4,6kW, y por debajo de estas cantidades se puede pedir un bono social. Si, por el contrario, las cantidades consumidas superan los 1okW, entonces se perderá el derecho a la tarifa PVPC del mercado regulado. La facturación por potencia contratada es obligatorio pagarla, a pesar de que no se esté consumiendo nada de electricidad.
Es un pago realizado simplemente por el hecho de poder disponer de energía dentro de una vivienda. Sin embargo, cuanto menor sea la potencia, menos se paga, lo que para algunos es una ventaja. En el caso de la facturación por energía consumida, esta es, como su nombre indica, aquella que se recibe según la cantidad de electricidad que se ha gastado durante cierto tiempo, normalmente cada mes. La compañía cobrará por cada kWh de energía consumida. No se deben olvidar tampoco los gastos añadidos como los impuestos sobre la electricidad o el IVA, el cual se aplica hasta en un 21%.
Además de todas estas cuestiones, para interpretar correctamente la factura de la luz deben conocerse otros aspectos como por ejemplo, que aquellos que obtengan un Bono Social, en su recibo de luz se indicará esto antes que el impuesto de la electricidad. En dicha factura aparecerá también el tipo de contador contratado ( en caso de estar en el mercado regulado) y también su lectura, aparte de un gráfico de consumo que aparecerá siempre para ver la evolución del consumo. En el caso del mercado libre, se pueden añadir informaciones sobre algunos descuentos. Sin importar de qué tipo sea el tipo de mercado contratado, lo cierto es que es fundamental conocer ciertos aspectos básicos sobre la factura de la luz que no solo pueden ahorrarnos más gastos innecesarios, sino también muchos problemas.
Para la opción de internet y móvil lo mejor es comparar las mejores tarifas y para eso la mejor opción es comparaiso, donde tienes todas las compañías que operan en el mercado y puedes